Seguro de decesos

El seguro cubre los gastos derivados del sepelio del asegurado, adaptándose a las preferencias y necesidades de cada familia. Puedes elegir entre distintas modalidades, según su situación y disponibilidad local:

• Inhumación con nicho. Ideal si necesitas una unidad de enterramiento en régimen de alquiler temporal. Incluye todos los servicios necesarios para la sepultura en un nicho facilitado por la aseguradora.
• Inhumación sin nicho. Pensado para quienes ya disponen de una unidad de enterramiento en propiedad. El seguro cubre el resto de los servicios funerarios necesarios.
• Incineración. Servicio completo de cremación, con o sin columbario (nicho para cenizas), según disponibilidad en la zona.

El seguro de decesos cubre los medios de transporte necesarios tras el fallecimiento, tanto para el traslado del difunto (coche fúnebre) como para los acompañantes.

La cobertura se adapta al lugar del sepelio, ya sea en zonas urbanas o rurales, y tiene en cuenta las particularidades logísticas según la ubicación geográfica dentro de España. Esto puede influir en el coste total del servicio, motivo por el cual contar con un seguro garantiza previsión, ahorro y tranquilidad.

Tras el fallecimiento de un ser querido, la aseguradora se encarga de la gestión de todos los trámites legales y documentales necesarios, evitando a la familia cargas adicionales en momentos delicados. Esta cobertura incluye:

• Tramitación de pensiones públicas y ayudas.
• Obtención de certificados oficiales (defunción, últimas voluntades, etc.).
• Bajas en organismos públicos (Seguridad Social, empadronamiento, etc.).
• Asesoramiento y gestión en herencias: aceptación, escrituras, notaría.
• Ayuda con el pago de impuestos asociados al proceso sucesorio.

Con este servicio, los beneficiarios ganan tiempo, seguridad jurídica y tranquilidad emocional.

Esta cobertura ofrece acompañamiento psicológico a los familiares del asegurado en los momentos más duros; un apoyo emocional cuando más se necesita. El servicio puede incluir desde asistencia telefónica inmediata hasta el desplazamiento de profesionales al lugar del velatorio, así como sesiones presenciales posteriores en consulta con especialistas cualificados.

En algunos casos, especialmente cuando el fallecimiento se produce en circunstancias traumáticas o por accidente, este apoyo se vuelve aún más esencial.